Un pequeño museo de surf

El restaurante self-service Iparralde, en Barrika, a un paso del Barrika Surf Camp, es un pequeño museo de surf donde contemplar tablas, fotografías, viejos trajes de surf y otros recuerdos.

350 años de surf

Unos 350 años de surf
Reunión de surferos en la inauguración del restaurante Iparralde, en Barrika. A un paso de las instalaciones del surf camp.

Nuestra casa

Creo que no hay lugares mejores o peores, sino lugares diferentes. Y después, están ese tipo de lugares de los que piensas: Estoy en casa. Nuestra casa… eso es el Cantábrico para quienes componemos el grupo de amigos del Barrika Surf Camp .

El atlántico se recuesta contra el tramo costero comprendido entre Las Landas y Galicia para formar un arco verde sobre fondo azul y tensado por la espuma de las olas. Puede sonar a poesía de pastiche, en el fondo lo es… puro romanticismo. Los surfistas lo somos, todos, sin excepción. Muchas de las descripciones que he escuchado y leído sobre el surf, albergan de un modo u otro la palabra poesía, también danza, y espiritualidad, sentimiento, sensibilidad, naturaleza. Todas esas palabras cobraron significados nuevos durante el Romanticismo, a finales del siglo XVIII. Significados que se han mantenido de un modo u otro hasta nuestros días. Nosotros los hemos resumido en un anglicismo conocido como surf.

Aunque muchas veces nos quejemos de las olas que tenemos, el Cantábrico es un mar generoso para los surferos. Ahora, con La Kutxi, la autocaravana del Barrika Surf Camp, tienes la oportunidad de comprobarlo. 

Galería fotográfica de la primera salida de los surfaris del Barrika Surf Camp